La reflexión de hoy... Tercer reporte desde China

Tercer reporte desde China
Mis queridas amigas y queridos amigos, mil gracias, una vez más, por sus comentarios y su compañía. Siempre es grato saber que se está en comunicación con amigos y compañeros que se interesan por temas que a uno le importan también.
Estamos ahora en Shangai, la ciudad más grande de China, con alrededor de 18 millones de habitantes. Hay una región que presume de ser la ciudad más poblada del mundo, que se llama "Chonching", perdonando la escritura libre de su servidor, con 32 millones, pero en realidad es una región muy grande, no una sola ciudad.
Esta ciudad es impresionante. Hace 18 años, una de las orillas del río era tierra de labranza; hoy, es uno de los conglomerados de rascacielos más importante del mundo. En el 2010, se llevará a cabo aquí una exposición universal; para prepararse, entre otras cosas, en los dos años que faltan duplicarán sus líneas del metro. No quiero ni comparar ni pensar en nuestra realidad mexicana: no podemos ponernos de acuerdo ni para decidir dónde construir un edificio, por no hablar de temas más urgentes.
Los chinos son curiosos: por un lado, protagonistas del crecimiento económico más impresionante del mundo y quizás en toda la historia; por otro, profundamente tradicionalistas. Hacen cosas impensables en nuestra ciudad; por ejemplo, salen de casa en pijama y pasean por su vecindario y por sus parques cercanos así, en pijama. La explicación: por años, vivieron en departamentos tan pequeños, que se acostumbraron a hacer su vida fuera de ellos: sacaban sus mesas a la banqueta y ahí comían, charlaban con los vecinos, jugaban cartas y otros juegos.
Aquí la gente no es religiosa en el sentido oficial; sin embargo, son tremendamente supersticiosos. No son religiosos formalmente, porque la generación que creció y se educó en las décadas de los 60 y 70, en plena revolución cultural, no recibió ninguna instrucción religiosa; más bien, lo contrario. Ellos son quienes han educado a las siguientes dos generaciones y eso explica la falta de formación religiosa formal. Sin embargo, ahora se tolera la religión, y la población en general, aunque no tenga mucha idea o conocimiento, se postra ante Buda y dioses tanto del budismo como del taoísmo. Piensan que es de buena suerte hacerlo y rezarles; y a final de cuentas no les hará daño.
Ya contaremos más. Mientras, me pongo a empacar, que mañana volvemos y si todo sale bien, el próximo viernes estaremos en el estudio de Matutino Express, con gran alegría y eso sí, algo de desvelón. Abrazos, y cuídense mucho.

Enrique Vigil H

24 de Julio del 2008.