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3 de agosto de 2013

Entrevista a Roger Bartra.





El mes pasado, Don Fede ( @federicoarreola ) realizó una entrevista muy interesante a "un izquierdista distinto a los que acaparan los espacios en los medios de comunicación..." de esos que vale la pena leer.
Aquí se las dejo...


ENTREVISTA A ROGER BARTRA: "EL PRD, A PESAR DEL GRITERÍO DE LOS MASIOSARES DE IZQUIERDA, DEBE APOYAR LA REFORMA ENERGÉTICA"

"Cuauhtémoc Cárdenas sí es de izquierda, pero populista. Es el máximo representante de la izquierda populista. De hecho, es de la misma corriente de López Obrador, aunque estén alejados. Forman parte de esa gran corriente de izquierda populista que tiene sus matices”.
Al concluir la entrevista el académico Roger Bartra me preguntó: “¿Y tú estás de acuerdo, o no, con lo que he dicho acerca de la izquierda reaccionaria que se opone a la reforma energética?”. Pregunta lógica a alguien que, como yo, durante varios años participó en el movimiento de Andrés Manuel López Obrador.

Bartra, un destacado humanista mexicano –sociólogo, politólogo, antropólogo, historiador, etnólogo– es muy crítico de la izquierda nacionalista que surgió en el PRI y, en particular, de los que él considera son sus principales representantes, Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador.

Doctor en sociología por la Université de París, investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México e investigador permanente de la University of London, es uno de los referentes ideológicos de la izquierda, en la que militó activamente durante 25 años, en el extinto Partido Comunista; hasta tuvo algún acercamiento con la guerrilla mexicana, cuando el antropólogo tenía 18 años edad y buscó apoyar, en la costa de Guerrero, al movimiento armado de Rubén Jaramillo.

Trayectoria en la izquierda le sobra. Autoridad moral posee tanta como el que más. Pero es un izquierdista distinto a los que acaparan los espacios en los medios de comunicación. No es nacionalista ni populista ni, tampoco, considera intocable lo realizado por el general Lázaro Cárdenas. Está a favor de las reformas energética y fiscal. Abiertamente, sin complejos. Y piensa que el PRD debe apoyar tales proyectos haciendo a un lado el miedo a perder clientela, frente a Morena, en los mercados electorales

Aunque mi opinión no es la importante, sino la suya, diré aquí lo que le respondí a Roger Bartra: estoy totalmente a favor de las reformas estructurales, en particular la energética y la fiscal. Participé, sí, todo un sexenio en el movimiento de López Obrador. Pero llegué ahí, le expliqué, no por razones ideológicas, sino por la injusticia del desafuero. Andrés Manuel me invitó a su campaña de 2006 y nunca lo engañé, ni a él ni a ninguno de los izquierdistas con los que conviví tan estrechamente. Siempre he sido partidario de la apertura de Pemex a las inversiones privadas, nacionales o extranjeras. Lo he dicho durante años, no pocas veces comiendo o cenando, charlando agradablemente con Andrés Manuel.



EL NACIONALISMO ANTI CRIOLLO, CONTRA LA REFORMA ENERGÉTICA

En la entrevista lo primero que pregunto es lo siguiente:

Roger, ¿por qué en la izquierda mexicana abundan los especialistas en agredir a las personas por su origen?

“Sí hay esa idea de poner sospechas, por ser judío, por ser hijo de franceses o de gringos, etcétera. Es una cosa muy desgraciada que hay en este país. Eso fue impulsado por las décadas y décadas de nacionalismo mexicano. Nacionalismo anti criollo; todo criollo es sospechoso de algo porque vienen de afuera sus padres. Por eso es un extraño enemigo”…

¿Un masiosare?, le pregunté. “No es un masiosare”, me dijo: “más bien es un extraño enemigo al que hay que oponer a masiosares. El extraño enemigo lo es por religión, por cultura, por el color de la piel o del pelo. Para combatirlo están los masiosares de la izquierda. Verdaderamente absurdo”.

¿Es este nacionalismo el que está en contra de la reforma energética?

“Sí, claro. Hay muchas clases de nacionalismo, desde luego. Pero ese nacionalismo ve tan grave que el pelo de un político sea rubio como que haya capital francés en Pemex, o norteamericano o británico, para el caso es igual. Es la sospecha contra todo lo que viene de afuera”.

Curioso, ¿no?

“México es un país que combina una adoración, que se ha llamado ‘malinchismo’, por lo extranjero, y una sospecha y un odio a todo lo que procede de afuera, y eso en la misma cultura. Los políticos deberían ser mas cultivados y filtrar ese tipo de elementos irracionales. Pero caen en la tentación de aprovecharlos. O peor, creen en ellos. Eso nunca se sabe de un político, si realmente cree que todo lo extranjero es potencialmente maligno o si solo piensa que hay que decirlo para quedar bien con un sector de la población”.

¿Qué tan mala es para México la reforma energética? No se ha presentado todavía, pero todos conocemos más o menos sus alcances.

"Yo creo que lo que se ha planteado es básicamente positivo, comprendo que el modelo que se toma, que parece ser el brasileño, despierta muchas sospechas y es interpretado como un intento de privatizar a Pemex. Evidentemente si uno con seriedad lee todo lo que se ha dicho, no hay nada de eso, no es un intento de privatizar, solo es un intento de modernizar y de inyectar capital privado nacional y extranjero a Pemex”.

Pero eso, Roger, nos divide.

“Eso va a ser una gran confrontación, no sé si una gran polémica. Por un lado están las razones técnicas, económicas que avalan la necesidad de modernizar Pemex, y por otro lado está la simbología nacionalista cuasi religiosa que ha identificado a Pemex con el carácter nacional del mexicano. Si entra capital extranjero a la industria petrolera es como si a la identidad nacional le pusiesen una inyección de cultura gringa. Es pecado. No va a haber una polémica, va a haber una confrontación. Habrá muchos insultos, muchas acusaciones, mucho barullo. Pero el barullo no aclara nada”.

Me decía alguien que la reforma energética es muy difícil de explicar.

“Sin duda. Y no solo la reforma, el Pacto por México también. A la izquierda que apoya al Pacto y por lo tanto a la reforma energética le está costando mucho trabajo explicar las cosas. Le resultó mas fácil explicar la reforma educativa porque ahí hay elementos simbólicos más evidentes como la maestra, que era un símbolo de la corrupción; con eso prácticamente todo el mundo estaba de acuerdo. Pero más complicado es lo del petróleo. Aunque en Pemex también hay mucha corrupción y el sindicato simboliza esa corrupción, pues es menos evidente. ¿Por qué? Porque es muy fuerte el mito de que el petróleo es nuestro y que forma parte de nuestra idiosincrasia”.

Si tú participaras en el PRD o fueras asesor del PRD partidario del Pacto por México y de la reforma, ¿seguirías adelante con la reforma energética o te echabas atrás para no perder clientela en los mercados electorales de izquierda?

“Yo seguiría adelante. Si yo fuera del PRD seguiría adelante con la reforma energética, pero impulsaría explicaciones racionales sobre la necesidad de reformar el sector energético. Espero que eso sea lo que realmente ocurra, que el PRD a pesar del griterío se mantenga. Pero vamos a ver”.



EN EL TEMA DE LOS IMPUESTOS LA IZQUIERDA MEXICANA A CONTRACORRIENTE DE LA IZQUIERDA MUNDIAL

No es la energética la única reforma estructural que con apasionamiento combaten los partidos de izquierda. Está también la fiscal.

Te pido un apunte sobre la reforma fiscal, también combatida por la izquierda.

“Hay unas paradojas muy extrañas. Desde hace años una gran parte de la izquierda se opone a que suban los impuestos,  a contracorriente de lo que ha hecho la izquierda en todas partes del mundo, que es buscar que aumenten los impuestos, desde luego siempre pensando que aumenten más conforme se gravan sectores más ricos, con mayores ingresos. Gravar más a los mas ricos, pero también en general. En el mundo la izquierda, el gran ejemplo son los países nórdicos, escandinavos, la izquierda ahí, la tradición socialdemócrata ha desarrollado sistemas fiscales tremendamente avanzados que han permitido el estado de bienestar. Hay problemas hoy en día, es cierto. No es tan fácil financiar al estado de bienestar como antes, hay una problemática nueva. La derecha tradicionalmente ha querido bajar los impuestos. En México las cosas son al revés, ¿por qué? Es lo mismo que con el nacionalismo, a escala global es una fuerza conservadora y de derecha, excepcionalmente es de izquierda. Que la izquierda en México se ponga nacionalista es tan absurdo en realidad como que la izquierda busque bajar los impuestos”.

¿Qué hacer? ¿Cómo salir de eso?

“La reforma fiscal tiene que inventar mecanismos modernos para avanzar en ese terreno, una de las ideas interesantes es desarrollar la autonomía del organismo fiscal, una especie de IFE fiscal, un espacio autónomo, eficiente, moderno”.

Nuestra izquierda coincide con Bush, por lo que se ve.

“Coincide con Bush, coincide con Reagan al que no querer aumentar los impuestos. Si por la izquierda fuera no existiría el IVA. Esto posiblemente va a ser menos polémico, menos simbólico. Aunque también tiene su simbolismo, el IVA a las medicinas puede convertirse en una bandera de combate de la izquierda conservadora. La tragedia de México es la existencia de una izquierda conservadora…”.



PARA BARTRA LA JORNADA PASÓ DE SER UN DIARIO “MÁS CLARAMENTE DE IZQUIERDA” A SER DE “IZQUIERDA CONSERVADORA”

Desde que, a las cinco de la tarde en punto, llegué a su casa ubicada en Coyoacán, en el Distrito Federal, Roger Bartra me ofreció un whiskey. De una sola malta, por cierto. Extraordinario. No pude resistirlo y acepté la copa, solo una. Mientras la servía recordamos sus tiempos de editor en La Jornada, diario en el que pasó un largo tiempo.

Dirigiste en La Jornada su suplemento cultural.

“Fui fundador de La Jornada. Salí con Carlos Payán y muchos otros del unomasuno donde yo era columnista y fundamos La Jornada, donde también tuve una columna durante algún tiempo. Y después fui nombrado, cuando Fernando Benítez renunció, director de La Jornada Semanal. Fue Payán el que me apoyó. Todavía estaba Granados Chapa. Los dos me apoyaron”.

¿Era un periódico distinto al de ahora?

“Sí, era un periódico menos amarillista, más profesional, más claramente de izquierda”.

Con cierto asombró le pregunté si La Jornada ya no es, en su opinión, un diario de izquierda.

¿En serio piensas que La Jornada ya no es de izquierda?

“Sigue siendo de izquierda, de la izquierda conservadora, pero es de izquierda. A veces parece incluso de lo que yo llamo la izquierda reaccionaria”.

¿Qué es esto?

“La izquierda reaccionaria es la que reacciona contra los procesos de modernización que es evidente que hay que impulsar. Son proyectos necesarios, pero la izquierda reacciona en contra. Hay muchas clases de izquierda. Yo no soy de los que piensa que si no estoy de acuerdo con cierta posición de personas de izquierda, entonces las califico como que ya no son de izquierda. No, son compañeros de camino, estamos en el mismo espacio, solo que es un espacio muy fracturado, muy fragmentado y hay muchas corrientes”.



MANCERA, CUAUHTÉMOC, AMLO

Le pido al antropólogo me diga el tipo de izquierda en la que militan Mancera, Cuauhtémoc, AMLO.

¿Miguel Ángel Mancera es de izquierda?

“No lo conozco , pero está en un territorio de izquierda y lo propuso un partido de izquierda. No he observado que él haga declaraciones que permitan fácilmente calificarlo de izquierda, pero en la medida en que está ubicado donde está, por quiénes lo apoyan, etcétera, creo que sí es de izquierda. No habla mucho de política, es un poco misterioso para mi. No se qué clase de izquierda sea, la verdad”.

¿Cuauhtémoc Cárdenas sí es de izquierda?

“Sí es de izquierda, pero populista. Es el máximo representante de la izquierda populista. De hecho, es de la misma corriente de López Obrador, aunque estén alejados. Forman parte de esa gran corriente de izquierda populista que tiene sus matices”.

Pensaba que solo la derecha consideraba populista a Andrés Manuel. Pero veo que me he equivocado. Este antropólogo, destacadísimo, no vacila al calificar a AMLO de populista.

¿Andrés populista?

“López Obrador es posiblemente el líder más fuerte de la izquierda populista”.

¿Cuál es el origen de ese populismo?

“Cuauhtémoc es un líder histórico y viene del populismo priista que era encabezado por Lázaro Cárdenas. El populismo tiene una tradición muy profunda y muy importante en México. Y efectivamente la mayor parte de los dirigentes como Cuauhtémoc y López Obrador vienen del populismo priista, aunque han evolucionado a ser de izquierda, han cristalizado en un partido de izquierda, pero después se han dividido, en fin”.

¿Conoces a López Obrador?

“No conozco a López Obrador. Nunca nos hemos encontrado”.

Nunca te han invitado a nada de Andrés.

“Nunca, jamás. Nada de nada. No me quieren. He sido muy crítico de López Obrador desde hace muchos años”.

¿Desde cuándo?

“Yo sostenía ya desde la campaña de 2006 que, según mis análisis, mis previsiones, sostenía que iba a perder. Estaba bajando su apoyo de manera vertiginosa, cometía un error tras otro, lo señalé en un articulo que me generó muchos problemas en los espacios del Peje”.

¿Dónde lo publicaste?

“En Letras Libres, se llama ‘Fango sobre la democracia’, en el que hacía un análisis de por qué había perdido López Obrador, por qué era necesario alejarse de sus posiciones y buscar una nueva línea en la izquierda. Ese artículo luego, junto con otros materiales, constituyó un libro que se llama así, Fango sobre la democracia, y que fue muy discutido”.

Te criticaron, supongo.

“Sí, muchísimo. Pero no por escrito. Es una cosa en la que ha habido una involución de la izquierda. Hay poca polémica, hay muchas mentadas de madre, muchos chismes; de eso sí me llegaba mucho. Pero que algún político, algún intelectual de la izquierda cercana al Peje, me refutara, eso no ocurrió nunca”.

Hay poco diálogo.

“Yo estoy acostumbrado a otra cosa. En los años sesentas, setentas, todavía en parte de los ochentas en la izquierda éramos unos tremendos discutidores. Publicábamos, había mucha polémica. Famosas fueron las polémicas en torno a Octavio Paz, Carlos Monsiváis, el mismo Fuentes. En todos los niveles se discutía mucho. Paz polemizó con Monsiváis, fue posiblemente la polémica más célebre”.

¿Fuentes con quién?

“Fuentes con Paz, pero eso fue ya cuando estaban más en las mentadas de madre. Fuentes era digamos de la izquierda priista. Yo polemicé con Fuentes. Había una polémica muy fuerte en torno al nacionalismo. Fuentes era político e intelectual, un intelectual que hacía política. Un intelectual politizado muy nacionalista. Y yo era un intelectual de izquierda muy crítico del nacionalismo. Eso se trataba, se discutía…”.

Todo se discutía.

“Todo estaba a discusión. Los congresos del Partido Comunista eran grandes discusiones”.

Ahora todo se resuelve con mentadas.

“Ahora predomina el insulto. Eso sí es una verdadera desgracia. En algunos lugares supongo que se debe discutir. Yo sí he podido comprobar que las ideas que expresé en el 2006 en torno a López Obrador y su corriente han calado y ahora mucha gente me dice ‘tenías razón’. Unos años antes ya se había discutido un poco, pero pues ya estaba muriendo la polémica, cuando el levantamiento zapatista. Yo escribí también mucho y muy crítico del sub Marcos y de la corriente zapatista. Acabó sucediendo que después gente de izquierda me dijo ‘tenías razón, pero en esa época te mentábamos la madre’. Porque no se podía estar contra el subcomandante Marcos y el EZLN”.

Todos éramos Marcos, ¿te acuerdas?

“Sí, cómo no…”.



NOROÑA  Y LA PICARESCA, JALIFE Y SU IRRACIONAL ATAQUE CONTRA EL LIBERAL KRAUZE

Roger Bartra considera a Gerardo Fernández Noroña parte de la picaresca de la izquierda mexicana, y a Alfredo Jalife, al que apenas toma en cuenta, lo ubica en la periferia de un movimiento antiisraelí muy grotesco y sin muchas ideas. A Enrique Krauze se le ataca por las mismas razones por las que la izquierda combatía a Octavio Paz.

¿Qué opinas de personajes como Fernández Noroña?

“Noroña es un político que forma parte de la picaresca de la izquierda, rijoso, peleonero, con pocas ideas y muchos gritos, pero que en una época representaba a Andrés Manuel López Obrador, en los medios; los medios, la televisión, abusaban; cada vez que sacaban a Noroña diciendo sus cosas, López Obrador perdía cien mil votos; volvía a salir y López Obrador perdía otros cien mil. Yo eso es lo que trataba de hacer que comprendiesen”.

¿Qué opinas de alguien como Alfredo Jalife?

“Casi no tengo referencias de él, desde luego no lo conozco”.

¿Qué opinas de su campaña permanente contra el judío Krauze?

“Es de esas posiciones de la periferia del movimiento palestino que han llegado a posiciones anti israelíes muy grotescas, muy tajantes, que son una mezcla de posiciones francamente reaccionarias como las de la dinastía Saudí. Y posiciones de izquierda palestina. Es una mescolanza que tiene, que llega incluso a adquirir tonos abiertamente racistas.. Por lo demás, no creo que haya muchas ideas en ese tipo de corrientes”.

¿Se merece Krauze todo lo que le dice este personaje y lo que le dice a Krauze el resto de la izquierda?

“Bueno, ese es un fenómeno similar, en otro nivel, a lo que pasó con Octavio Paz, que una parte de la izquierda estaba contra él absurdamente. Enrique Krauze es un liberal, no es un hombre de la derecha, a menos que se ponga en la derecha a los liberales, cosa que me parece un abuso. Los liberales en la mayor parte de los casos son personas de centro. Unas de centro-derecha, otras de centro-izquierda. Pero Enrique Krauze no es un hombre de derecha, por lo tanto no se merece todas esas diatribas que parte de la izquierda ha lanzado contra él y mucho menos las que tienen connotaciones racistas por el hecho de que tiene un origen judío”.

Lo atacan por su origen.

“Es muy común en México denostar a políticos e intelectuales por su origen real o supuesto. En polémicas de hace años a mi me acusaba de afrancesado, pero en realidad no tengo ningún origen francés, mi nombre es catalán, pero de eso me acusaban, de europeísta y de eurocentrista. Les decía ‘yo no soy eurocentrista, soy europeo’, y se enojaban más todavía. Pero soy nacido en México y he vivido casi toda mi vida aquí”.

Eres casi guadalupano, digo.

“Justamente en una polémica sobre el petróleo con Heberto Castillo, que era un nacionalista cerrado, que decía entonces las mismas tonterías que ahora dice la izquierda que se opone a la modernización de Pemex; algunos intelectuales que planteábamos que debía modernizarse Pemex, entre ellos Jorge Castañeda y yo, fuimos acusados de ‘marxistas guadalupanos’...”.

¿Heberto los acusó?

“Nos acusó porque, según Heberto, creíamos en milagros. Y en la polémica que siguió ya nos acusaban de ser gente de origen extranjero que no comprendía las verdades profundas del país”.

Ahora que mencionas a Castañeda, veo que Jalife lo acusa también de ser conspirador, judío, de lavar dinero.

“Castañeda es también de origen judío, parcialmente, su madre era judía, y hay ciertos sectores que sufren una terrible envidia ante ciertos intelectuales que tienen éxito, que tienen prestigio en posiciones muy distintas, porque las posiciones políticas de Jorge Castañeda son distintas a las de Enrique Krauze”.

Pero no les perdonan el éxito.

“Ambos, Castañeda y Krauze, tienen la posibilidad, y eso me ha pasado a mí también, de ser vistos como extranjeros o en parte extranjeros, de origen no completamente mexicano”.

Pero son mexicanos.

“Pues claro, no está escrito en ningún lugar que Pérez sea más mexicano que Krauze…”.

Pero ahora resulta que Jalife no solo tiene la nacionalidad libanesa, sino dinero en Líbano.

“Lo vi en el SDP, pues sí. Yo me imagino, no sé, que viene de una familia acomodada seguramente, lo cual no me parece nada mal, y tiene dinero y lo invierte. Por lo que se ve en SDP, lo invierte mal, pero bueno… O sea, es un empresario, pero malo. No sé más de él”.



MORENA, MÁS DÉBIL DE LO QUE MUCHOS SE IMAGINAN

Es duro Roger Bartra, durísimo, al hablar del partido en formación encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

¿Cómo ves a Morena en el futuro?

“Se va a constituir en un partido mucho mas débil de lo que algunos se imaginan o quieren, va a tratar de impulsarse fuertemente justo en el momento en que se discuta la reforma energética y va a tratar de sacar de ahí fuerza, lo va a lograr en cierta medida pero no en la medida en que muchos de sus organizadores sueñan. Y creo que básicamente va a ser un nuevo fracaso de López Obrador. Pero en el proceso yo creo que se constituye en un fuerte lastre, lo he dicho varias veces, para la izquierda. Morena dificulta la modernización de la izquierda, la búsqueda de nuevos caminos de izquierda. Morena y López Obrador viven demasiado anclados en el pasado, eso lo sabes mejor que yo, Federico, porque estás o estuviste dentro de ese espacio. Como en todo, me imagino que hay diferentes corrientes en Morena, diferentes posiciones”.

Desconozco si la mayoría de los intelectuales mexicanos, pero sin duda muchos de ellos están en Morena o a apoyan a Andrés Manuel. ¿Por qué?

“Hay intelectuales muy representativos de este fenómeno que yo llamo la izquierda conservadora. La izquierda se ha desarrollado en el ambiente de conservar los valores de la Revolución Mexicana. Aun buena parte de la tradición comunista no dejó de ser el ala izquierda da la Revolución Mexicana, que se habría detenido y habría que impulsarla de nuevo. Muchos intelectuales han crecido en esa cultura del nacionalismo revolucionario”.

¿Es el caso de Elena Poniatowska?

“Es el caso de Elena Poniatowska, que creció en un ambiente tremendamente nacionalista, es el caso de Lorenzo Meyer, es el caso de Adolfo Gili. Hay una gran dificultad de muchos intelectuales para renunciar a esos valores ligados a la Revolución Mexicana. Les parece que abandonar el espacio de la Revolución Mexicana es una traición. Cuando he afirmado que la Revolución ha muerto y que lo que hay que hacer es enterrarla, se escandalizan. Es la tremenda dificultad que tiene la izquierda para aceptar que la Revolución, no solamente la mexicana, la misma idea de revolución, ha llegado a un límite y es necesario enterrarla y buscar nuevas ideas. Eso es algo que es muy difícil de aceptar porque vivimos inmersos en esta cultura nacionalista revolucionaria”.



EL PRD DEBE IR POR UNA REFORMA ENERGÉTICA QUE, SIN MIEDO A LAS GRANDES PETROLERAS EXTRANJERAS, LAS CONTROLE

Al académico no le asusta la posibilidad de que las mayores empresas petroleras del mundo inviertan en México, pero sin pecar de ingenuos, es decir, con fuertes candados para que sus operaciones sean de utilidad para México.

¿Te asusta que la British y la Shell y otras empresas inviertan en extraer petróleo?

“Yo creo que son empresas a las que hay que vigilar, esas empresas transnacionales son eficientes, pero también son peligrosas. No me asusta, pero creo que hay que estar, digamos, bien conscientes de que se trata de procesos que hay que vigilar, que hay que controlar. Creo que hay que arriesgarse y no asustarse, pero tampoco pecar de ingenuos”.

La reforma debe establecer candados para estas empresas, pues.

“Debe establecer candados, mecanismos de vigilancia, mecanismos de control, establecer límites, pero todo eso es una problemática bastante técnica, y dentro de ese espacio tecnocrático que es necesario desarrollar en torno al tema del petróleo, que ya se ha desarrollado, pues hay también diferentes alternativas y diferentes visiones de cómo implementar ese proceso. Ahí posiblemente se den algunas discusiones, aunque no de manera muy pública porque al público no le interesan ese tipo de debates, le parecen tan esotéricos, pero habrá algunas polémicas, algunas discusiones racionales. No van a ser visibles. Lo visible va a ser lo otro, los fuegos artificiales, algunas posiciones nacionalistas de la izquierda conservadora que se opondrá a proyectos de la derecha más moderna que hay en el PAN y en el PRI y de la izquierda más moderna que hay en el PRD”.

¿El PRD no debe acompañar a Morena en la calle para protestar contra esto?

“No, de ninguna manera. El PRD debe deslindarse de Morena de la misma manera en que Morena se deslindó del PRD. Ya son dos partidos diferentes. Es cierto que podría decirse que Morena tiene cuñas todavía dentro del PRD, que dificultan los procesos políticos, que le quitan claridad”.

¿Conoces las propuestas de reforma energética de Cuauhtémoc Cárdenas, de Marcelo Ebrard…?

“Lo que propone Cárdenas es una variante de la posición de Morena. Comprendo muy bien que la apoye Cuauhtémoc, lo que no sé es que hace Ebrard ahí…”.

Tan fuertes críticas a la izquierda solo puede hacerlas alguien absolutamente de izquierda, que lo es desde mucho antes de empezar su militancia de 25 años en el Partido Comunista, que nació en una familia de izquierda.



¿QUIÉN ES ROGER BARTRA, ACADÉMICO QUE TODA SU VIDA HA SIDO UN HOMBRE DE IZQUIERDA?

En esta parte de la entrevista le pedí a Roger que hablara de sí mismo, de su trayectoria como militante del Partido Comunista, de dónde aprendió a amar la democracia, de su paso prolongado por la academia.

Tú eres un hombre de izquierda, Roger. La conoces, sin duda.

“Bueno, yo lo he dicho varias veces, yo nací dentro de la izquierda; nacido en México soy hijo de refugiados políticos españoles que después de la guerra civil tuvieron que huir del franquismo. Crecí en un ambiente que era de izquierda”.

¿Eran marxistas?

“Mis padres no eran radicales, no eran marxistas, eran republicanos de izquierda, claramente de izquierda, así que yo no puedo recordar ningún momento de mi vida en que no estuviese ese espacio de la izquierda”.

¿Eres o fuiste marxista?

“Yo diría que sí, pero además de marxista soy cuatro o cinco cosas más. También soy weberiano tocquevilleano, etcétera. Pero el marxismo, o Marx más bien, no se puede abandonar, es el gran pensador. No se puede entender el capitalismo, aun el actual, sin Marx”.

Dio grandes explicaciones de las crisis.

“Pero tampoco podemos entender los sistemas políticos democráticos modernos sin Tocqueville, ni podemos entender los procesos de legitimación sin Max Weber, para no hablar del tema religioso para el cual necesitamos a Durkheim”.

Fuiste militante de izquierda.

“Yo originalmente me desarrollé como marxista, mi primera militancia fue en un grupo ligado a Rubén Jaramillo, que era un grupo guerrillero”.

Lo asesinaron.

“Lo asesinó López Mateos, su gobierno lo mató en Xochicalco, a él, a su esposa, a sus hijos. Él impulsaba un movimiento armado, y nosotros fuimos a sondear, un grupo de nosotros fuimos a un lugar llamado Arcelia, en Guerrero, en la costa, y ahí me radicalicé y poco después entré al Partido Comunista”.

¿Te radicalizaste hasta el punto de ser guerrillero?

“No llegamos a  ser guerrilleros, éramos tan tontos, lo hacíamos tan mal, en Arcelia con un altavoz recorríamos el pueblo convocando a los campesinos, pero nosotros no llevábamos ni una resortera, menos una pistola, un rifle”.

¿Qué edad tenías?

“Tenia 18 años, incitábamos a la gente a un alzamiento armado, así abiertamente, era una cosa bastante romántica, en una de esas ocasiones tuvimos que salir corriendo porque nos avisaron que llegaba el ejército desde Chilpancingo o desde algún otro lado. Llegamos a la mañana siguiente a Chilpancingo y había un titular en un diario que decía que el ejército estaba buscando a un grupo guerrillero en Arcelia. No llegamos, evidentemente, a ser un grupo guerrillero”.

¿Conociste a Rubén Jaramillo?

“Una vez lo vi, era un personaje muy impresionante”.

Yo supe de él por un libro de Carlos Fuentes, Tiempo mexicano.

“Al año de esto que estoy hablando mataron a Jaramillo, fueron militares disfrazados de civiles que mandó López Mateos. Una verdadera carnicería. De ahí me fui al Partido Comunista”.

¿Quién te invitó a ese partido?

“Alguien, un amigo mío,  Paul Leduc, me dijo que debía sentar cabeza, que debía meterme al Partido Comunista, y accedí, me pareció una buena idea. Y ahí milité muchos años, cerca de un cuarto de siglo, hasta que se extinguió, lo extinguimos”.

¿El líder era Martínez Verdugo?

“Su líder ya era Arnoldo Martínez Verdugo, que era un líder muy abierto que me ayudó a abandonar el radicalismo de manual de la Academia de Ciencias de la URSS que yo tenía en esa época y que era ridículo, me ayudó a avanzar hacia un marxismo más sofisticado. Él generó una corriente dentro del Partido Comunista, democrática, que planteaba pues básicamente que había que abandonar las ideas de impulsar una dictadura del proletariado”.

Tuviste un cargo editorial en el Partido Comunista.

“Ya hacia el final… yo formaba parte de una corriente tildada de eurocomunista, tenían algo de razón, salvo la parte de euro; éramos muy democráticos. Pero claro como por mi nombre pensaban que yo era europeo, aunque no lo soy; tengo un origen europeo, pues entonces se les hacía fácil decir que era eurocomunista”.

El caso es que eras comunista y demócrata a la europea…

“No. Yo en realidad me había vuelto demócrata, había descubierto la democracia no en Europa, sino en Venezuela. Había un clima tan insoportable a finales de los sesenta en México con Díaz Ordaz, un clima represivo, que yo no soporté y que me fui a trabajar a Venezuela, a la Universidad de los Andes”.

¿Cómo profesor?

“Como profesor, sí. Y ahí descubrí algo increíble, que en un país dominado por el imperialismo, en un país subdesarrollado, dependiente del petróleo podía haber democracia. Había habido una transición democrática, habían tirado la dictadura de Pérez Jiménez y tenían un régimen democrático que a mí, claro, me asombró. No era cierta esa teoría de que no podía haber democracia avanzada en países subdesarrollados. Esas eran las tesis de Carlos Fuentes, por ejemplo, que sostenían que primero teníamos que desarrollarnos económicamente y después a ver si llegábamos a la democracia”.

¿Y Europa?

“De Venezuela me fui a Europa, estudié, hice mi doctorado, cuando regresé encabecé una corriente tildada de eurocomunista y fundamos con el apoyo de la dirección del partido una revista que se llamó El Machete, un nombre muy radical pues era, en realidad, el nombre de una antigua revista que ya había hecho el Partido Comunista en la época estalinista en la que habían participado Siqueiros, Diego Rivera”.

El de ustedes era un Machete distinto.

“Era una revista iconoclasta, muy abierta, que generó en la izquierda una conmoción. Dentro del Partido Comunista tuvimos una polémica con un ala dura encabezada por Jorge Castañeda…”.

¿El Güero que sigue tan activo?

“Sí, Jorge G., que era en esa época de posiciones obreristas, duras. El ala dura de Castañeda ganó una votación y le pusieron El Machete a la revista. Pero la línea editorial que yo impulsaba se mantuvo. Y todos los otros, los conservadores, más leninistas, digamos, se opusieron. Básicamente los encabezaba Enrique Semo. Hubo una lucha muy fuerte, y al mismo tiempo esta corriente socialdemócrata en la que yo estaba, nosotros propugnábamos, lo que he dicho en términos un poco duros, por la liquidación del Partido Comunista. Nos dábamos cuenta que el Partido Comunista ya había hecho lo que tenía que hacer”.

¿Martínez Verdugo estaba en esta línea?

“Sí, exactamente.  Y liquidamos al partido. Fue cuando nació el PSUM, luego de conversaciones con Heberto Castillo. Se agregaron otros pequeños grupos, como las gentes del MAP, el grupo de Gascón Mercado, de Nayarit, en el que estaban personas muy dogmáticas. Pero a la mera hora Heberto se echó para atrás. Fue mi ultima militancia en un partido. Ahí ya me harté. Yo ya no fui al PMS. Yo ya quería ser un intelectual independiente”.

Lejos de la política militante.

“Me dije: Me mantengo en los terrenos de la izquierda, pero ya no aguanto tanta grilla”.

¿No estuviste en la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988?

“No participé en ella porque ya no militaba. Simpaticé con su campaña, desde luego. Pero parte del tiempo me agarró fuera del país. Yo vivía en Francia en esa época”.

¿Cuál era tu posición político-electoral en aquella elección?

“Desde entonces sostenía que había que establecer algún tipo de alianzas, en ese tiempo del movimiento cardenista, con el PAN, porque esa era la posibilidad de avanzar. He sostenido esa idea en muchos ensayos”.

¿Sigues pensando que la izquierda debe aliarse con el PAN?

“En ciertos momentos, sí, sin duda. Sigo pensándolo. Por suerte veo que en el PRD hay posiciones que creen lo mismo y que efectivamente se alían. Eso genera muchos problemas, son alianzas muy difíciles. Pero cuando se trata de hacer a un lado cacicazgos regionales priistas creo que no hay más remedio. En la época de la campaña de Fox, en el 2000, pues yo también pensaba que la izquierda debía aliarse a Fox para derribar al PRI”.

Tú eres amigo de Luis H. Álvarez, uno de los más destacados panistas.

“Sí, cómo no. Una persona muy inteligente, de esas alas del PAN muy democráticas, avanzadas, abiertas, tolerantes, que son con las que creo se puede dialogar. Porque hay otras alas del PAN muy atrasadas, tremendamente conservadoras”.

Si los militantes de Morena leen todo esto que estás diciendo ¿qué te van a decir?

“Aspiro, deseo que los haga pensar, meditar. No creo que los convenza de la noche a la mañana, pero creo que se necesita que la izquierda piense un poco más, medite y no tenga una actitud así tan cerrada, tan conservadora, tan de repetir los viejos eslóganes, tiene que dejar de mirar hacia atrás, vivimos un mundo globalizado que ha cambiado mucho. Hay ahora formas del capitalismo que todavía no entendemos bien. Hay crisis novedosas de ese capitalismo que tampoco entendemos bien. Hay que mirar ahí, hay que orientarse hacia este mundo que está creciendo en este nuevo milenio, pero me temo que es difícil”.

Es complicado hablar por alguien que ya falleció, ¿Martínez Verdugo qué posición tomaría en este momento?

“Yo creo que Martínez Verdugo encabezaría con mucha mayor claridad y honestidad la posición socialdemócrata que está detrás de la mayoría que dirige al PRD hoy. Estaría por las reformas. Él realmente es un símbolo de esa izquierda que logró romper esquemas, con los esquemas leninistas, que logró superar los elementos ya caducos del marxismo. Logró superar buena parte de la tradición nacionalista revolucionaria. Entonces, digamos, fue una corriente que surgió en el espacio potencialmente más dogmático que era el Partido Comunista, potencialmente más doctrinario y paradójicamente surge ahí una posición que está dispuesta a romper con símbolos sagrados para la izquierda como era la dictadura del proletariado. Pienso que él definitivamente estaría en el Pacto y por la reforma energética. De hecho, ya hubo una probada de eso cuando algunos militantes del Partido Comunista discutimos con Heberto Castillo. Arnoldo nos apoyaba a nosotros, los que pensábamos que no todo iba hacia la catástrofe”.

Sobran los catastrofistas en la izquierda.

“La izquierda está enamorada de la idea de que la sociedad mexicana y en general el mundo entero se dirige hacia la catástrofe. Hace tantos decenios y decenios que la izquierda espera la catástrofe. Claro, el capitalismo es un sistema cruel, que mal funciona, explotador, que entra en crisis cíclicas y oras no tan cíclicas de todo tipo, y que ha entrado en una fase desconocida, pero pensar que llega a la crisis final, es una idea decimonónica que es necesario abandonar. Pero eso piensan muchos. Si llegaba el PAN al poder eso aceleraba el final de todo. Si volvía el PRI, igual. Hay que mirar las cosas para ver lo que realmente está pasando, sin dogmatismos”.

Marx estaría repensándolo todo.

“Estaría cambiando sus teorías, claro”.

Creo que llegamos al final de la entrevista.

Ya es mucha leña al fuego, ¿no?

Más bien ya está todo perfectamente claro. Gracias, Roger, por recibirme, por tus palabras, por el buen whiskey. Ya verás que hasta por beber un poco de whiskey nos van a criticar.


fuente: SDPnoticias

1 comentario:

  1. Se debe enfocar más en el turismo, México es visto como un país turístico y su reflejo es la sociedad y su calidad de vida. Como en todos los países el turismo va a bajar cuando se tienen problemas ya sea por causas naturales como tormentas o inundaciones, por cuestiones políticas como protestas y huelgas o por violencia como robos y secuestros, pero como siempre he dicho ningún país se salva de esto, es cuestión de como la gente se exprese de su país en el extranjero, yo soy de Culiacán y les puedo asegurar que todo esta muy bien aunque los medios digan lo contrario y si nos visitan mi recomendación como en cualquier país es que se hospeden en un hotel de Culiacán de cadena o de nombre por seguridad. "Si no quieren que los espanten, no salgan de noche".

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